Los
productos lácteos son alimentos que contienen una importante riqueza y variedad
de elementos nutritivos que contribuyen a una dieta equilibrada. Por ello, se
consideran adecuados en la alimentación infantil y juvenil, pues son
capaces de satisfacer los altos requerimientos energéticos de las primeras
etapas de la vida.
Durante
la infancia y la adolescencia tiene lugar un crecimiento y una maduración
fundamental para el individuo, produciéndose un importante aumento de masa ósea.
La leche y los productos lácteos, por su aporte de nutrientes, son
una importante fuente de calcio, vitamina D, magnesio, fósforo, potasio, zinc,
y proteínas. Dichos
nutrientes son necesarios para el mantenimiento de nuestros huesos ya que contribuyen
al desarrollo óseo y al
crecimiento de la masa muscular.
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